martes, 28 de agosto de 2012
Hermanos musulmanes, animaros a leer el Evangelio de Jesus, vale la pena.
Dios es grande. A este grito nuestros hermanos del Islam a veces hacen parecer pequeño y hasta degradante a ese Dios en el que se congratulan. Porque hasta en actos violentos gritan esa verdad que en ese contexto se convierte en una afirmacion desagradable. Dios es grande, pero si les parece que su grandeza se manifiesta en una lapidacion en una mujer, empequeñecen e insulan la grandeza del Dios que nos ama y en cuyo nombre estamos haciendo lo que no es su voluntad. El profeta en una ocasion se vio obligado a casarse mas de las cuatro veces permitidas en el Coran, por lo que se encontro incomodo y se dirigio a Allah, que le tranquilizo y le dijo que por ser el que le daba permiso para saltarse la regla, y que disfrutase que Dios es misericordioso. Pero cuando un par de veces le visita una mujer embarazada que fue descubierta en adulterio, para preguntarle como tiene que recibir la lapidacion sin que la vida de su hijo corra peligro, el profeta no le consulta a Dios que hay que hacer, que por lo poco que se de el diria con mas razon que cuando habia que casarse con mujeres y algunas de estas, niñas, para afianzar las alianzas entre tribus, que la pobre mujer ya estaba perdonada y que cuidase de su bebe y se dejase de lapidaciones. Pues no le pregunto nada, se tomo su tiempo buscando la legislacion que hablaba de este caso y cuando le volvio a visitar le dijo, esto es muy facil mujer, amamanta a tu bebe y cuando tenga seis meses ya lo colocas con algun familiar de confiaza para que lo crie y te lapidamos y aqui no ha pasado nada. Asi pasa un par de veces. Debe ser que le daba pereza despachar con Dios o que era tan respetuoso y discreto que no queria darle trabajo.
Y es que en el Islam se cree en Isha, no lo que dicen los evangelios de que murio y resucito y por favor nada de que sea Dios ni Hijo de Dios que les suena muy mal eso de que Dios vaya dejando hijos por el mundo. Lo que si quisiera que considerasen como algo que puede servirles es ese paso de la ley a la misericordia (porque eso de las lapidaciones ya lo conocian muy bien los judios, y Jesus entre ellos) es ese tipo de pasajes en que Jesus sin negar la vigencia de la ley, la hacer saltar por los aires, la dignifica, la transforma, la hace eficaz para hacer crecer al hombre que se ciñe a la letra que mata y nos hace capaces de vivir de un Espiritu que da vida. El pasaje de la adultera lo hubiera tenido en cuenta Mohamed y hubera pensado que en lugar de andar tirando piedras a la pecadora, se considerase uno a a si mismo tan culpable como ella e indigno de matarla a pedradas y el unico que no tenia pecado la animo a que no volviera a pecar porque tampoco el la condenaba.
Asi de una situacion de ejecucion irreversible, sale un analisis sincero en el que el pecado paja del otro nos hace ver el pecado viga nuestro, y de una muerte inutil de la mujer pasamos a una esperanza de santidad de aquella que ha sido amada cuando era pecadora y Jesus con su perdon le ha abierto una nueva oportunidad de ser feliz.
Y como este pasaje otros muchos les abririan a los hermanos musulmanes su mira cerrada en el Coran y los libros sagrados viendo que estos evangelios, tal vez mas incoherentes y seguros que su Coran, tienen palabras de vida eterna, algo que hace que diga tu corazon, eso es, amen. Y no para dejar de ser musulmanes, sino para dentro del Islam dar un salto desde la Ley cerrada al Espiritu que nos abre a la vida de hijos de Dios, de los nacidos de Dios, de los que Dios ha invitado a vivir como el lo habia pensado cuando los creo, imagen y semejanza de un Dios bueno, que invita a amar al enemigo como Jesus ama en la cruz. Que hace salir su sol sobre buenos y malos. Que quiere que seamos perfectos y santos como lo es el, que esta es su grandeza y por eso le podemos proclamar con todo el corazon Allaho akbar.
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