lunes, 6 de junio de 2011

A mi me parece que estamos ante un reto en el que nos arriesgamos a "galileizar", o sea, volver a meter la pata como en el caso Galileo, por mucho que queramos excusar a los hermanos de hace unos cientos de años, por encima de todo provalece la falta de apertura a la grandeza de Dios. ¿Como Dios va a enviar a su Hijo Unico a una planeta que no es el centro del sistema solar? Parece que hoy habria que multiplicar por casi infinito esa paradoja que sostiene la fe de en que sentido Jesús en el centro de la historia centrada en una mota de polvo entre trillones de otros planetas donde con casi certeza se dan otras tantas humanidades con otras historias de salvación.
La clave esta en cerrar o no nuestra fe. Porque cerrada, bien en la tierra o bien en este Bigbang, que sera uno entre otros tantos trillones o trillones de trillones, se nos descabala esta fe de cuento primitivo donde hay los tres tiempos, Creación, Encarnacion y Parusia que honradamente ya no tenemos donde encajarlos con la realidad.
A mi se me ocurre la grandeza de Dios como mucho mas de lo que antes concebiamos en una creacion tanto mas pequeña cuanto era posible domesticarla en el ambito de nuestro entendimiento, ya superado por ese padre que tenia contado nuestro pelos y que ninguna hierv se movia sin su consentimiento y que ampliar la realidad en dimensiones, universos y civilizaciones extraterrestres y extrauniversales, extradimensionales y todo lo que ni se nos ocurre es contemplar y aun Dios tanto mas grande y digno de alabanza. Un Dios manifestado en un hombre, Jesús, que es la Palabra que quiere hacernos llegar para nuestro plenitud, el amor en la cruz.

El argumento del amor de Dios no se puede usar de salida victoriosa ante un planteamiento de ampliacion de miras. Decir que el amor de Dios es tan grande que trillones de Big banes no son nada al lado de la entrega de Dios al enviar a su Hijo Unico es enfretar una acción de amor de Dios a la evidencia de una concepcion que se nos amplia hasta dejarnos fuera de circulacion. Antes de esa ampliación si que quedaba mas o menos acorde con la expresión de amor de Dios. Y no es que debamos anular el amor de Diso sino el marco, inimaginablemente mas inmenso cuanto mayor será la gloria de Dios, el amor de Dios y el envio de su Hijo. Pero queremos permanecer en la misma ortodoxia del antes y el despues de Galileo y con eso dañamos la coherencia de la misma fe que nos fuerza a ver lo que no hay, haciendo filigranas de géneros literarios y volviendonos a las injusticias de la tierra para evitar las injusticias de trillones de tierras a donde Dios ha enviado lo mejor que tiene, lo Unico bueno que tiene para darnos, un hombre que muere en la dimension de la cruz, al que resucita para dejar claro que eso si es la Palabra de Vida, la vida de Dios mismo, para la que nos ha invitado, a nosotros y a todos los hermanos en Cristo, a la plenitud en el amor. Que en esta fase es pasar en Jesucristo de la muerte a la vida y que como todo en Dios no se agota en esta tierra, ni en este paso de crecimiento en el amor del Dios inconcebible.