Una sola oración

Las siete peticiones del Padre nuestro realmente miran al Padre pidiendole el Espiritu Santo. Lo que pasa es que en las tres primeras la comunidad pide por amor al Padre la santificacion de su Nombre, la venida del su Reino y que se haga su Voluntad, de manera que se pide el Espiritu Santo en los tres niveles de peticion, a nivel individual, comunitario y universal. Mientras que desde la cuarta a la septima son solo en el ambito comunitario e individual.

La dinamica desde la primera a la ultima peticion viene determinada por el grado en encarnacion, de cercania, de descenso de cada una de ellas.

Pedimos la santificacion del su Nombre, que es lo mas elevado, lo mas santo, pedimos el Espiritu Santo para que santificandonos, su nombre sea proclamado santo, glorificado. Se lo pedimos por amor al Padre, por eso queremos que sea santificado su nombre en toda la creación, en la que nuestra comunidad y cada uno estamos incluidos, aunque nuestra responsabilidad inmediata es la santificacion personal, que contribuira a la comuntaria y la universal.

Igualmente pedimos la venida que su Reino, que es el poder en el que reina en las vidas de sus criaturas. De alguna manera es la explicacion y la concreccion de en que consiste santificar el Nombre del Padre, se trata de estar dispuesto a que reine en nuestras vidas. Y el Reino es de alguna manera mas cercano que su Nombre, porque es el poder del Espiritu que hace su obra de santificacion.

En la Voluntad del Padre esta claramente explicitado el poder de su Reinar sobre nuestras vidas, permitir que reine en cada uno es pedir que se haga su voluntad por amor al Padre, que fue el alimento de Jesus.

Y como alimento de Jesus que es hacer la voluntad de su Padre, ahora ya a nivel mas concreto, para nuestra comunidad, le pedimos al Pan de vida, le pedimos a Jesus en nuestras vidas, pues esa es la voluntad de Dios para cada uno. pues en Jesus se santifican nuestras vidas, la accion del Espiritu Santo es hacernos crecer hasta la estatura de Jesucristo en el amor.

En ese amor desciende la accion del Espiritu de la verdad a nuestra realidad, nuestro pecado, que le presentamos al Padre, pidiendonos que nos perdone lo que le debemos, santificar su Nombre, de la misma manera que ya hemos perdonado los que nos han ofendido, aunque es minima esa ofensa en comparacion con la que hemos hecho al Padre.

Y no solo en Espiritu perdona nuestro pecado sino que descienda hasta en momento de tentacion, dandonos fortaleza, sabiduria, discernimiento, amor al Padre de Jesus y nuestro, para no caer, para que no nos deje caer en lo que nos aparte de su amor.

Y finalmente desciende a la causa de todo nuestro estar lejos del nuestro Padre, del Padre que nos ha regaldo Jesus, la esclavitud del Maligno y de sus ambitos, el mundo y la carne. El Espiritu de Dios viene a darnos por el poder de la resurreccion de Jesus la libertad de lo que todavia nos ata a la muerte, La primera batalla nos la gano Jesus en nuestro bautismo y gradualmente nos va liberando y haciendonos hijos del Padre que en union con el Hijo Unico dan gloria desde ahora hasta la eternidad.